Emma II


Tal y como lo había pensado, sucedió. Era un lunes algo frío, oscuro, de esos en los que sólo buscas descansar aún sabiendo que es necesario estudiar o trabajar para no tener "un día perdido", lo único que me animó fue el amanecer, se dibujaban en el cielo ciertas líneas de colores como si algún pintor hubiese dado sus finas pinceladas sobre el firmamento, del otro lado se encontraba la luna redonda y blanca como queso en el desayuno, no niego que intenté capturar el momento por medio de una fotografía pero al hacerlo, por naterón, obtuve un punto blanco. Al dar cinco pasos tristes, perezosos y sin ganas, sonó mi celular, pensé que era la alarma pero no, había sido nada más y nada menos que Emma, no quería hablar con nadie y aunque ella era todo la palabra también la abarcaba, continué mi recorrido sin saber de Emma mientras ella no dejaba de llamarme, mis sentimientos cuando estoy con ella están a flor de piel pero ¿Por qué debe ser tan intensa? ¡Me desespera! Cumplimos otro mes ¿Y qué? ¿Qué hay si la evado? ¿Qué hay si no deseo escucharla? ¿Qué sucede si ya no me quita el sueño? Si cuando estoy con ella deseo regresar rápido a casa, ya no es lo mismo, todo cansa, todo termina pero ¿Cómo no herir sus emociones? ¿Por un mensaje? Eso es de cobardes. Tal vez le envíe uno citandole en el lugar en que nos conocimos, no es nada seguro que lo haga.
A eso de las 3:14 PM tomé valor y la llamé, le pedí que nos viéramos en aquel sitio en el que habíamos tenido la primera cita, terminé mis actividades y me dispuse a esperarla, ya no me preocupaba de que la chocolatina se derritiera en el bolsillo, tampoco estaba ansiosa, esa cosita: maripositas, una jungla, daño de estómago... Que sentía cuando la veía había desaparecido, se acerca lentamente, no voy a olvidar lo que llevaba , tenía un vestido precioso el cual resaltaba su pecho, sus piernas, sus curvas y su color, su largo cabello peleaba con el viento, sus labios rojos y provocativos me incitaban a besarle pero iba segura de lo que le iba a decir, se acerca, el saludo fue tan frío que noté preocupación en su rostro, le puse la mano en el hombro, me acerqué a su oreja y le dije: —No te preocupes, siempre estaremos bien. La miro fijamente y sin anestesia le dije: —Me alegra saber que hoy cumplimos un mes más, te amo o tal vez ya no tanto, no hay nadie si es esa tu pregunta, eres una mujer maravillosa pero no quiero estar más contigo, detesto las personas intensas y mentirosas, la semana pasada te invité al teatro y me dijiste que no podías asistir por lo cual fui sola, al salir llegué a tu casa para entregarte un chocolate que desde la mañana había comprado, doble en la esquina para ir de regreso a mi casa cuando pasa un carro espectacular, su color era negro, se veía nuevo, me quedo mirándolo cuando del carro te bajaste tú junto con un hombre alto, delgado con nariz tipo escuadra ¡Claro! Me escondi con cautela para que no me vieras pero aún así no evite observar el momento en el que él te sacaba del carro, te abrazaba, te besaba, te acorralaba contra él y te tocaba las nalgas, eso realmente me dolió, si me acercaba no iba a conseguir nada ¿Un golpe de su parte?, por eso he cambiado contigo ¿Y qué? Ya no te veo igual, quédate con él y no me busques porque mujeres hay muchas y mejores que tú, ojalá él te brinde más de lo que te di con mi esfuerzo, mentiras en mi casa, en el colegio, ¡Qué te vaya bonito!
La dejé ahí y decidí marcharme mientras destapada la chocolatina que iba a entregarle, tenía un sabor diferente, sabía mejor, me había quitado un peso de encima, me sentía libre, había dejado unas piernas tonificadas y lindas, unos pechos sin igual, unas curvas, unos labios carnudos, unos cachos que sin mi consentimiento me había puesto, un cabello brillante y sedoso... La había dejado ¿Y qué?

Nota: Mi querida Lis, aunque Emma es un personaje ficticio te doy las gracias por tus lindos deseos, espero estés muy bien, espero tu vida marche de maravilla.

Comentarios

  1. qué genial, pero creo que deberías animarte a escribir relatos más largos, por tu forma de escribir los haces tan intensos que parecen anécdotas o historias reales...
    Gracias por tu saludo!!
    un fuerte abrazo!!!! :D

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